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21 de diciembre de 2012

¡FELIZ NAVIDAD!



Creo que al menos hay dos épocas en el año donde pensamos que la vida camina a pasos agigantados. Una es en el cumpleaños, y otra, llegadas estas fechas. Es inevitable pensar aquello de: Unas navidades más ¡cómo pasa el tiempo! Quizá solo sean “cosas de viejo” como le decía a mi madre años ha, ante esta tradicional frase; pero resulta que llevo unos cuantos en los que no puedo evitar corroborar su comentario. ¿Me estaré haciendo vieja?, me pregunto ante ciertos pensamientos compartidos con ella y con mi padre.

Tal vez el tiempo no perdone, pero tenemos que aprovechar al máximo éstos y todos los momentos posibles de recogimiento familiar. Esa cercanía, esa complicidad, ese cariño, tenemos que disfrutarlo siempre al máximo, pero en estas fechas tenemos que elevarlo al infinito si es posible. Nunca dejemos que la vida pueda con nosotros, cosa que nunca hará si tenemos el amor de los nuestros.

Desde aquí os deseos unas muy felices fiestas. Solo hacedme un favor: disfrutarlas al máximo. Un beso grande mis muy queridos amigos.

(Os dejo un breve poema y un video con fotos de mi querida tierra soriana que ahora visitaré más a menudo)


Qué breve es el rubor que tiñe la inocencia.
Qué gozosa la juventud
que amaneciendo con timidez
vive y muere en vehemencia.
Qué sosiego se adhiere
a los pliegues de la madurez,
y qué apatía anida en la vejez
cuando la ilusión se quedó en el camino.

15 de diciembre de 2012

SILENCIO AMORTAJADO

(Goyo Hueso)


Aquí moriré yo,
entre sollozos fundidos y piel enjuta.

He retrocedido callada tantas veces
al sentir mi alma ignorada,
que mi mano carece ya de fuerza
para sujetar el infinito pasado
que llora dentro de mí.

En mi lienzo
la vida pintó colores,
y hoyuelos en los que ahondar,
hasta que esa conjunción extraña,
que forma tu sonrisa sáxea
y esta insania que siento por ti,
lo han convertido en acuarela turbia
de luz difuminada.

Mi vida es ahora un manantial de versos heridos,
de arpegios desgarrados
que se hunden en las fisuras de un paisaje
donde ya nada es posible.

Aquí moriré yo,
acurrucada en un rincón de esta mole fría,
esperando que las campanas tañan a muerte
por esta triste soledad.



1 de diciembre de 2012

AYUDA URGENTE



Mi querida amiga Lobezna pide ayuda desde su blog http://lobezna888.blogspot.com.es/ para la protectora de animales Faunasol, ya que tras el terremoto del pasado año y las inundaciones de septiembre, el albergue ya no tiene instalaciones. Precisan cualquier clase de colaboración para amparar y cuidar a los perros y gatos que tienen. Veréis que fotos más tiernas.

Os invito a visitarla para que podáis ver completa la entrada, y así decidir de qué manera podéis ayudar. Os dejo el nº de lotería que venden. Un nº precioso que seguro traerá suerte, sobre todo porque se lo merecen.
Dejadla vuestro correo electrónico en un comentario si estáis interesados en el décimo y ella se pondrá en contacto con vosotros.



Cualquier detalle que podáis tener será bienvenido. 
Gracias por todo queridos amigos.

28 de noviembre de 2012

DOS ACTITUDES, UNA VIDA



El hombre camina deprisa. El reloj marca las 17 h. apenas tiene 15 minutos para llegar. Odia tener que ir al médico. ¡Qué asco de otoño!, piensa. Las calles llenas de hojas secas, polvorientas, rotas... viejas. Tapando las mierdas de perro que antes esquivaba y ahora apenas puede adivinar. Y esa niebla pegajosa que se le adhiere y hace que tenga más frío.

La sala de espera está llena. Alguien dice que el doctor lleva una hora y media de demora. Se desespera y está a punto de marcharse, pero aun así prefiere esperar a tener que hacer otro día el mismo recorrido.

Alguien tose cuando pasa por su lado. Contiene la respiración; no quiere aspirar ningún virus. Cuenta la gente joven que hay, y luego las personas mayores. 3 a 8 es el resultado. “Estos viejos no tienen otra cosa que hacer. Ahí están tan tranquilos, como si no fuera con ellos el retraso”. Mira especialmente a uno, que con cara risueña sonríe a un niño que juega.

Por fin le llaman. Se sienta nervioso. Los resultados de los análisis están perfectos.

Está hecho un chaval –le dice el doctor.
Pues tengo mareos.
D. Arturo, lleva años con ellos. Ya le dije que son de las cervicales, y tendrá temporadas mejores y otras peores; pero qué más quisiera yo, que estar como usted a sus 77 años.

Se marcha pensando que estos médicos no le entienden.Vuelve a pisar el mismo descuidado paisaje, pero ahora más enfadado si cabe.

==000==

El hombre camina despacio. Sabe que tiene tiempo de sobra para llegar puntual a la cita. Pisa sobre el otoño. De niño le encantaba precipitarse por la sequedad de las hojas. Corría por los senderos y se dejaba inundar de esa estación mágica. Una hoja cae delante de él y detiene su baile oscilante cogiéndola al vuelo. La huele y se la guarda en un bolsillo. El viento arrecia y aún así se sienta un instante en un banco; está fatigado. Ahora es una lluvia de colores ocres y amarillos, lo que le rodea. Cierra los ojos y respira despacio.

Llega a la consulta justo cuando el médico sale para decir que lleva una hora y media de retraso. No le importa; por el contrario piensa en lo cansado que acabará hoy el joven doctor.

Introduce la mano en su chaquetón y palpa la calidez y la fragilidad de la hoja. Sonríe; y así, mira embelesado cómo juega un niño. En lo más hondo de su corazón, desea que sepa apreciar los otoños que le regale la vida. Luego mira al malhumorado hombre sentado frente a él, y siente pena.

Su consulta apenas dura cinco minutos. Hoy ha venido por un simple catarro. Sabe que no habrá más, y aún así quiere curarlo. Se despide del médico. Quizá sea el último apretón de manos.

¿Sabe doctor? Creo que no soy tan valiente como creía y sin embargo sí más cobarde de lo que pensaba; pero hoy es un día maravilloso y sé que mañana también lo va a ser.

Regresa con el mismo ánimo. No... más intenso; porque cada minuto que le queda piensa saborearlo despacio. 

12 de noviembre de 2012

EL MENDIGO Y LA NAVIDAD




Sentado en un banco deslucido y desvencijado por el paso del tiempo y de las personas, se hallaba un mendigo. A pesar de su pobreza, demostraba día a día lo único que le quedaba: su dignidad. No quería dar pena, ni mostrar a la sociedad su miseria; por eso, en la medida de sus posibilidades vestía pulcramente y se comportaba quizás un poco altivo.

Pablo le había visto por primera vez hace una semana, en un barrio del extrarradio cuando fue a solicitar un trabajo de Papá Noel. Era uno más entre los cincuenta que se presentaban ese día, y aunque por desgracia muchos aspirantes parecían cohabitar con la carencia de recursos económicos, la actitud equilibrada y serena que manifestaba aquel hombre, es lo que hizo que llamara su atención.
Acercándose al frío banco situado frente a los grandes almacenes y eternamente ocupado por el indigente, Pablo se sentó junto a él.
Parece ser que ninguno de los dos conseguimos el traje rojo –dijo mirando al frente.
No sé a que te refieres –respondió el mendigo en tono indiferente.
¡Al papel de nuestra vida! Hacer jo,jo,jo, mientras mareamos la campana y a los viandantes.
Observándole detenidamente, reconoció al joven que desde hacía unos días pasaba frente a él con mirada risueña y extrañamente familiar.
No era un trabajo bien remunerado –replicó el mendigo, desganado de conversación.
Ya, pero por lo menos habríamos tenido para despedir mejor las Navidades –dijo Pablo.
Para mí son todas iguales desde hace veinte años.
¿Es el tiempo que llevas en la calle?
Más o menos.
Parece que ni la Navidad, ni la gente te gusta mucho; noto cierto resquemor en tu tono.
Ambos son iguales. Hipócritas y consumistas.
Eso depende desde el punto de vista que se mire.
El mío es totalmente objetivo. Todo es falsedad. Los individuos son mezquinos, mediocres y egoístas. Basan su existencia en enriquecerse, denigrando y aplastando al prójimo, y ¡las Navidades! las han desvirtuado a su antojo para seguir satisfaciendo su materialismo.
Vaya, veo que eres bastante radical, pero no todo el mundo es así.
La mayoría.
Yo sin embargo, creo en la gente y en las segundas oportunidades. En algún momento se pueden dar cuenta de su falta de moralidad y sacar a relucir el idealismo que todos llevamos dentro.
Tú si que eres un idealista. Idealista e inocente.
Por cierto, me llamo Pablo. ¿Y tú?
Llámame Antagonismo –dijo sin mucho aprecio.
¡Vaya! Algo muy gordo te ha tenido que ocurrir para guardar tanto rencor.
Yo no mido el tamaño del hecho, ni sus consecuencias; pero sí la insensibilidad y la falta de escrúpulos de quien lo realiza.
Cada mañana, Pablo se sentaba en el banco para compartir bocadillo y conversación. Ese sábado llevaba a cuestas su guitarra, pues había quedado con unos amigos para "darle al cante".
Toma, hoy es fiesta. Nos ha tocado de jamón.
Ya veo –añadió el mendigo–. ¿Qué llevas?, ¿una guitarra eléctrica o acústica?
Acústica –dijo Pablo asombrado–. ¡Vaya! ¿Te interesa la guitarra o la música?
Ahora no me interesa nada. Antes, la música.
¿Te dedicabas a ella?
Era compositor.
!Qué casualidad! En mi grupo somos mi amigo Juan y yo quienes componemos las canciones. Aunque tengo que reconocer que mi padre, nos echa una mano de vez en cuando.
Y ¿qué tal os va? –comentó más bien por cumplir, que por interés.
Bueno … de momento, como miles de grupos aficionados, solo hacemos maquetas y tocamos de vez en cuando en algún local donde los amigos celebran fiestas.
¿Te puedo dar un consejo? –dijo el mendigo.
Claro.
Cuando veas que las cosas mejoran, ten cuidado; pues seguro que la codicia florece a tu alrededor.
No sé porqué lo dices. Mis amigos son gente legal.
Sólo estate atento.
Eran las seis de la tarde de la víspera de Nochebuena, cuando Pablo llegó corriendo y ocupó su sitio en el banco. A pesar de la tarde gélida, llegó acalorado.
!Hola! Estoy agotado. Acabo de venir de clase y he quedado con mi madre para hacer unas compras.
De Navidad, claro.
No sé como decírtelo para que no te ofendas, pero he hablado con mi familia y les he dicho que vendrías a cenar en Nochebuena.
Ni soñando.
Pero ¿por qué? Déjame demostrarte que la gente no es tan mala como piensas.
He dicho que no. A mi no me metéis en vuestro juego. ¿Que pretendéis?, ¿redimir los egoísmos que lleváis innatos y que manifestáis a diario, con un acto de misericordia navideña?
¿Acaso me comparas, con el resto de la gente que tanto odias?
No. Tu eres diferente –dijo un poco apesadumbrado.
Lo soy y lo sabes, porque en este tiempo has permitido que nos conozcamos y si a ellos les dieras una oportunidad, verías que son como yo.
Me lo pensaré –dijo el mendigo, zanjando la conversación.
Era Nochebuena y después de meditar toda la noche anterior, decidió acceder a la solicitud de Pablo. Tardó una hora en llegar, ya que el albergue donde dormía estaba un poco lejos; pero fue puntual. Llamó a la puerta y su único amigo le recibió con una sonrisa.
Pasa y dame tu chaquetón. ¿Me vas a decir tu verdadero nombre, o te presento como Antagonismo?
Me llamo Ricardo.
Muy bien. Vamos al comedor y te presentaré a mi familia.
En dicha estancia se encontraba su madre y sus tres hermanos. Hizo las presentaciones.
¡Buenas noches! –dijo el padre de Pablo, según entraba por la puerta del salón.
¡Hola papá! Te presento a Ricardo.
Pablo estaba desconcertado, tanto su padre, como su amigo se quedaron petrificados uno frente al otro. No sabría explicar exactamente qué clase de sentimientos afloraban al semblante de cada uno. Miraba a un lado, incredulidad y desconcierto; miraba al otro, recelo y desasosiego.
¿Ocurre algo? –exclamó Pablo, atónito.
Que te lo explique tu padre –dijo Ricardo saliendo por donde había entrado.
¿Papá?
Es tu tío.... Mi hermano.
¿Qué hermano?, ¿el que se supone que murió hace veinte años en un accidente?
No hubo tal accidente. Desapareció un día tras una discusión y no volví a saber más.
¿Y qué ocurrió?
La culpa fue mía. Le robé los derechos de autor de una composición.
¿Quéee? ¿A tu propio hermano? Ahora comprendo su manera de pensar y actuar.
Fue una barbaridad lo que hice, y el remordimiento me ha acompañado todos estos años. Intenté localizarle, pero no pude.
Pero, ¿qué te llevó a actuar así?
No sé. Me lo he preguntado muchas veces. Quizás la insensatez de la juventud.
No papá, la insensatez no; la avaricia y el egoísmo. ¿Y te ha merecido la pena?
!Por supuesto que no! Perder un hermano duele mucho.
Pues fíjate él, que además de “perderte”, está viviendo en la calle. ¿Qué vas a hacer para recuperarle?
¿Hacer? ¿Qué insinúas?
No insinúo, te lo digo claramente. Tienes que ir a hablar con él e intentar que te perdone; pero ya te digo, que te va a costar. No se fía de la gente.
Transcurrió un mes de visitas diarias al frío banco, tanto de Pablo como de su padre, para que Ricardo comprendiera que el arrepentimiento de su hermano era real y sincero; pero no porque fuera Navidad, sino porque lo lamentó desde el momento que se produjo el desafortunado incidente.


25 de octubre de 2012

DESPEDIDA (momentánea)


Por carencia de tiempo y por exceso de impulsos nerviosos, tomo unas vacaciones; que no serán tal, porque cuando un vástago decide volar ¡qué complicado es todo!

Seguiré asomando a vuestros blog de vez en cuando, pues la adicción que tengo a ellos, no creo que pueda controlarla. También intentaré colgar algún escrito, pero eso ya son palabras mayores. Os dejo cuatro versos que se me cayeron tras un comentario a Rafael, ilustrados con la siempre magníficas obras de Leonid Afremov.




La lluvia me detiene en tus brazos,
esta tarde marchita de otoño.
Presurosa sacude mis soledades,
mientras indiscreta fisgonea
en tu rostro de dios Apolo.

Cómo pude vivir hasta ahora
pienso mirando la inmensidad de tus ojos–.
Cómo no soñé con tu boca,
en las peinadas noches de mi reposo.

Benditas las gotas
que se arrojan de lo alto en silencio,
para cantar al oído del alma;
ellas son la caricia del aire,
y tú el respirar que me falta.


15 de octubre de 2012

PUBLICACIÓN DE MI VIDEO-POEMA BAJO LAS NUBES, EN EL BLOG DE MARÍA



María, del sensual blog “algo más que palabras”, http://poemasrecopiladosdemaria.blogspot.com.es/ y a quien muchos de vosotros ya conocéis, ha tenido la gentileza de publicar mi video-poema “Bajo la nubes”.

Todo lo que os diga sobre su altruismo literario, es poco. No sé a través de quién la conocí, o si fue la elegancia y sensualidad de sus letras las que llamaron mi atención; pero ese camino encendido de pasiones, que es su espacio, nos cubre en cada sorbo y a cada paso. Esa belleza cercana, ese erotismo generoso que moldea su poesía deja un velo para soñar, o un impulso al que sucumbir.

Os invito a pasar por su blog y comprobaréis que no exagero, que igualmente os rendiréis ante su incitante y atractiva pluma.

Gracias de nuevo María. Y gracias a todos los que crucéis esta puerta hacia su arrebatador espacio.


Este premio es para ti María, por ese aroma especial que tiene tu blog.


11 de octubre de 2012

JUICIO AL SOL (finalista certamen literario)




El Rey iba a ser juzgado; lo que provocó gran expectación. Las estrellas que estaban en primera fila, a escasos 10 años luz, cuchicheaban sin parar. “Dicen que ha provocado lesiones a más de veinte millones de individuos”. “Y la muerte a cien mil”, “Y eso solo en este año”. “¡Es que es un engreído! Yo voto porque lo destituyan y coronen a Saturno”. “¿Por qué no puede ser una reina? La Luna también es muy influyente, y no tiene rayos que quemen”. “Ros 154, tan feminista como siempre”...

Callaron cuando habló la acusación particular. Venus y Mercurio, expusieron todos los daños que el Sol había provocado: incendios, desprendimientos glaciales y como consecuencia la subida de las mareas, quemaduras en la piel de los humanos, ceguera...

Llegó el turno de su abogado. Marte, llamó como testigo a la Tierra, quien declaró que son precisamente algunos individuos que la habitan, quienes no tienen conciencia del daño que provocan en su capa de ozono, siendo además unos irresponsables cuando no ponen los medios necesarios para protegerse de ciertos rayos solares. El planeta rojo terminó su alegato diciendo: “Si bien es verdad, que las llamaradas que emite, que por otro lado no puede evitar, aumentan la cantidad de radiación; es precisamente la luz y el calor de mi defendido, lo que hace que esos seres puedan vivir en un gran planeta. Nuestro Rey les provoca bienestar, alegría, fortalece sus huesos, les protege de muchas enfermedades. No tenéis nada más que mirar a los humanos que viven en lugares donde él brilla a sus anchas. Con esto quiero demostrar que donde hay salud, hay calidad de vida; y él la despliega a raudales. Si hay alguien a quien se debería juzgar, sería precisamente a muchos de esos individuos que pueblan la Tierra”.

Todos giraron sobre sí mismos en señal de aprobación. El resto de planetas acordaron por unanimidad absolver al Sol, e inmediatamente iniciaron un proceso contra los habitantes de la Tierra. Estarían vigilantes, contrastarían versiones y recopilarían pruebas. Una vez verificado todo, decidirían el veredicto y el castigo para quienes lo mereciesen.

Marte nunca dudó de la inocencia del Rey.

8 de octubre de 2012

OTOÑO QUE ARAÑA

 



Entre lluvias que besan cristales,
y hojas que secan sus besos,
siento nacer la tristeza,
que va calando en mis huesos.

Llega el otoño silente,
con piernas largas y grandes ojos,
dejando sobre mis fantasmas,
una pincelada de amarillo y dos de rojo.

¿Por qué me miras...
y así me hablas?
¿Por qué te escucho...
y no me salen las palabras?

Atraviesas mi espacio,
como el aire, la mañana;
y yo me hundo en tus brazos,
aún sabiendo que pierdo el alma.

30 de septiembre de 2012

ESTRO




Allí, donde se desnudan las musas,
y el agua y la noche agitan los vientos,
busco los pesares
nacidos de mi pecho,
y ese resquicio de vesania,
atrapada entre mis sueños.

Neblina que creces desgarrada,
que conviertes el sentir en páramo desierto,
que enmudeces mi palabra,
y no dejas desahogar el miedo.
Esperé descalza a la medianoche,
como dulce algodón de anhelos,
creyendo que tú transformarías,
mis pensamientos en versos.

Pero veo que otras aguas me cubren;
y son las del desaliento,
que me dicen vehementes:
Eres, poeta muerto”

27 de septiembre de 2012

UN DIÁLOGO CUALQUIERA



¡Qué hay vecino! ¿¡También a tirar la basura!?
¡Hola Juan! Solo unos pocos recuerdos.
¡Vaya! Vosotros los poetas tenéis una manera muy fina de decirlo.
Es ropa, y algunos objetos ya rotos y viejos. Un día fueron aroma de luna, velos enamorados, manos de blancura, esperanza generosa y mucha nostalgia bajo luz quemada.
Perdona tío, que no entienda nada.
No perdóname tú... es que a veces no lo puedo evitar.
¿Y porqué los tiras, si tanto significan?
Porque a veces hay que olvidarse un poco del pasado e intentar que nos cubra el optimismo y creer que el futuro también nos dará satisfacciones... ¿Sabes qué es lo más importante de este sobrante?... los sentimientos que quedaron dentro.
Creo que ya te he entendido. Yo he dejado muchos momentos llenos de felicidad, en los que creía estar en la gloria. Momentos de dicha plena, de sabores salados y bastantes más dulces, aunque también los hubo amargos, incluso algunos de dolor y pesadez. Pero ¡qué leches!, tienes toda la razón. No pensaré más en las sardinas que me acabo de comer y soñaré con la lasaña de esta noche.

23 de septiembre de 2012

NOCTURNO




Te amo en el silencio de las palabras,
y en el aliento osado
que exhalas al compás de tu boca.
Te amo en el horizonte azul
que miran tus ojos,
y en el sinuoso mapa de esa piel
que hice mía...
sorbo a sorbo, suspiro a suspiro.

Miro tu cuerpo varado
en el paraíso aristado de las sábanas,
descansando cual augusto rey.

Eres mío, te digo,
mientras llueven mis besos
de caoba y miel.

Como nube sedienta
vuelvo a la humedad de tu boca,
y me nutro del lago donde crece el deseo.
Quiero llenarme de ti,
te susurro descendiendo
hacia el aire de tus piernas;
que ignorante acaricia,
sin saber que pronto será vendaval.

Te amo en el latido intenso
de las mareas que nos arrastran,
y en la cúspide del tiempo que jadea.
Te amo con la locura de los amantes
que nunca se rozaron.

La noche camina
en su último intento de adormecernos;
pero fracasa de nuevo.



19 de septiembre de 2012

EN UN SEGUNDO



Se jugaba al azar el destino de sus posibles víctimas. Llevaba cinco años con este modus operandi. Si la solitaria mujer le miraba directamente a los ojos, ganaba él; si por el contrario no se cruzaban las miradas, ella seguiría con vida.

Marta caminaba por las calles aledañas a su casa. Las altas temperaturas hacían que los perros y sus dueños paseasen de noche. Hoy era especialmente tarde, y en todo el trayecto apenas se tropezó con un par de personas.

El asesino era tramposo en su propio juego. Contaba con varios ases en la manga. Conducía un flamante ferrari rojo, la música ligeramente elevada, y un atractivo rostro que no dejaba indiferente. Vio cómo al final del bulevar, una joven mujer cruzaba con su perro. Si seguía su suerte, apenas habría una distancia de tres metros entre sus miradas.

Por el contrario Marta aceleró un poco el paso. Estaba cansada y deseosa de acostarse. Atravesó el paso de peatones y continuó por la acera dejando a su izquierda el pequeño parque que frecuentaba de día. Una alegre música empezó a inundar sus oídos.

Aminoró la marcha del impresionante deportivo, intentando llamar más la atención. Se extrañó que la mujer no hiciera ningún gesto que delatase una pizca de asombro o admiración. Tenía que hacer algo. No podía dejarla escapar. Bajó el volumen de la radio, y dejando el coche en punto muerto, elevó el tono de su voz.

–Perdone, me he extraviado. ¿Podría ayudarme?
–Por supuesto –contestó ella desde la acera ¿Qué calle busca?

No podía creer, que no se dignase ni a echarle un ligero vistazo. ¿Acaso conocía su juego? Nunca se había saltado las reglas, tal vez porque nunca lo necesitó. Bajo del vehículo dispuesto a forzar ese cruce de miradas. Mientras salvaba los últimos metros que le llevarían hasta su presa; ella, ignorante, repitió de nuevo la pregunta.

Marta se sobresaltó cuando un hálito con olor a menta, inundó de repente su cara. Sus ojos sin luz pestañearon dos veces, y su mano sujetó con fuerza la correa del perro.

–Lo siento, me he equivocado –dijo la torpe voz del asesino mientras retrocedía desconcertado.

Ella siguió su camino; ignorando que esa noche, el azar había estado de su parte.

18 de septiembre de 2012

PREMIO Y POEMA DE LAPISLÁZULI




He tenido el placer de recibir este premio de mi querida Lapislázuli. Ya sabéis que muchos de estos galardones llevan asociados unas normas que yo por falta de tiempo, como muchos de vosotros, a veces es imposible cumplir. Así que desde aquí pido perdón y en agradecimiento a este bonito detalle, os dejo su último gran poema.

Tiempos, un tiempo

Un tiempo de colores, aromas,
sonidos, sabores.
Para reconocer obstáculos

Un tiempo de risas, llantos
de verdades, mentiras.
Para aprender a vivir

Un tiempo de tempestades y calmas,
tiernos sueños, dulces realidades
Para entenderte, amarte, extrañarte

Un tiempo de alegrías sin pena,
de verdades, sin mentiras,
Para compartir.

Un tiempo de caminos sin atajos,
de luz sin oscuridad
Para partir, regresar

Un tiempo de silencio,
donde curar viejas heridas,
Para oir el llanto de un niño

Un tiempo de recuerdos
Para poder olvidar

Lapislazuli


17 de septiembre de 2012

Breve nota

Me he quedado sin adaptador de corriente. El cable se ha desnudado :) y con sus hilillos al aire no hay manera de cargar la batería. Lo siento de verás, porque ahora las visitas a vuestros blog serán más lentas desde el iPad. Haré lo que pueda para conseguir uno de segunda mano, porque los nuevos tienen un precio prohibitivo.

Gracias por la paciencia. Un beso.

13 de septiembre de 2012

TRISTEZA


A ti, centinela de espigas,
que medras entre sus tallos.
Rojo oleaje de las horas secas.
Débil cáliz sin aroma,
de hirientes alas de sangre.
Con lenta paciencia te late la vida,
con cálido soplo te ama la muerte.


(El día que yo falte, no pongas rosas en mi tumba... solo siémbrala de amapolas; que nada dicen; y así, en silencio, llorarán cada primavera nuestra separación)


9 de septiembre de 2012

TRAMPA DE SEDA



Fui aquella que tejió soledades
en las redes del tiempo;
la que desesperó,
esperando por un sorbo de vida;
la que un día se deleitó
viendo tu carne mecerse
en el sumidero de mi codicia.

Fui aquella que aprisionó con la mirada
el vórtice de tus pasiones;
que retuvo entre seda gris, 
tu trémula desnudez;
la que hambrienta devoró
el cerco escarpado de tu égida.

Fui... lo que nunca quise ser;
y hoy, precisamente hoy...
soy mosca fenecida,
que prisionera espera a la araña que la trenzó.

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