NOSTALGIA MARINA
Atrás quedaron los devaneos silenciosos
entre
la tierra profunda y el mar...
solo
ayes y lamentos cabalgan,
entre
las camas de roca y coral.
Ya
no hay soles ni estrellas
que
iluminen sus encuentros...
solo
cirios negros, navegando
entre
barlovento y sotavento.
Las
caricias se quebraron
igual
que el canto de las sirenas,
que
solo volverán a surgir
cuando
la fisura muera.
Y
entonces dirá el mar:
“déjame
que te sienta”,
y
deseosa contestará la tierra
“ven
cuando tú quieras”.
Otro poema para la isla de El Hierro.
ResponderEliminarMientras lo leía pensaba precisamente en El Hierro... precioso! sin palabras
ResponderEliminarte seguimos, un beso
Lourdes
Hermoso poema Teresa. Felicidades.
ResponderEliminarGracias Lourdes y Teresa. Me alegra que os haya gustado. Si os animáis a realizar algún escrito sobre la isla de El Hierros y sus gentes, lo podéis dejar colgado en el punto de encuentro de Casa Eolo. Como ya he comentado en otro de los poemas, con la recopilación de todos ellos se editará un libro, cuyos beneficios irán destinados para ayudar a los isleños.
ResponderEliminarGracias nuevamente. Un afectuoso abrazo.