Cuando veas lágrimas tras los cristales.
Cuando escuches farolas de viento silbante.
Cuando veas que no llego y se hace tarde,
piensa que es el amor, quien me hace cobarde.
Si te dejé perdida, y también herida,
desahogate maldiciendo mi nombre;
pero hazlo secretamente, escondida,
que no vean que lloras por un hombre.
Si el despecho te inunda, no te culpo por ello.
Si corres a otros brazos, me maldigo por ello.
Si me esperas despierta, me complazco por ello.
Pero si me echas de tu lado, por eso sí que muero.
Safe Creative © 1104128959048
No hay comentarios:
Publicar un comentario