Te robé un beso, amor,
y no dijiste nada;
hoy mi esclavo corazón
anhela tus palabras.
Te agarré del talle, amor,
y no dijiste nada;
hoy mi amor es un clamor
que lanza una balada.
Mañana te haré el amor, amor,
y no dirás nada;
porque todo me lo has dicho,
solo con la mirada.
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